
La música es la aritmética de los sonidos,como la óptica es la geometría de la luz.
ASTROARQUEOLOGÍA
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ORIGEN
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ASTROARQUEOLOGÍA
Término pseudocientífico que utilizan los estudiosos de los enigmas arqueológicos aparentemente relacionados con una presunta presencia extraterrestre en la antiguedad. Otro término utilizado con el mismo sentido es el de "paleoastronáutica ".
Casi todas las “evidencias” de los astroarqueólogos son una mezcolanza de verdades a medias, sazonadas con insinuaciones hechas en forma de preguntas. Los argumentos son tan débiles que, en ocasiones, se recurre a la vaguedad de su propio estilo literario de cuestionamientos sin respuestas, todo con el único fin de alejar cualquier responsabilidad en caso de verse descubiertos por sus críticos.
Desde 1888, si tomamos los trabajos de la Blavatsky como la raíz de las “teorías” astroarqueológicas, se han escrito decenas de libros, cientos de artículos y numerosas entrevistas sobre el asunto, pero ningún astroarqueólogo ha presentado la más leve sombra de evidencia de que haya algo “extraterrestre” relacionado con el tema. Sin embargo, a pesar de las numerosas ocasiones que se ha demostrado que todos los datos que aparecen en estas obras son inventados, cosa que algunos astroarqueólogos han admitido, hay millones de lectores que creen firmemente en estas patrañas. Esto se debe a diversos factores entre los que hay que destacar el método que siguen los astroarqueólogos.
Primero describen algo que parece misterioso muy superficialmente, teniendo especial cuidado de sacarlo de contexto. Luego engrandecen el misterio añadiendo datos erróneos, de fuentes desconocidas. Finalmente desechan todas las explicaciones racionales, ayudados de los escasos conocimientos científicos de sus lectores, dejando sólo una posible explicación: la paranormal.
Una de las técnicas favoritas de los astroarqueólogos en particular, y de los escritores de temas paranormales en general, es la que los lógicos llaman “argumentum ad ignoratiam”, que usualmente toma la siguiente forma: “Ya que X no puede ser negado, probablemente es cierto”. Sin embargo esta es una falacia debida a los deseos del proponente: si uno desea que algo sea verdadero, a pesar de ser falso, pasará por alto la evidencia e ignorará los hechos. Esto nos lleva al viejo cliché: “La gente cree lo que quiere creer”.
Ronald Story menciona que otra maniobra frecuente en el caso de las pseudociencias es que se establece una conclusión (lo que los lectores desean leer) que no se puede obtener de sus premisas. Este falso argumento se llama “non sequitur”. Un claro ejemplo es la maussanada de: “Si ellos están aquí en un futuro nosotros estaremos allá”. En el caso de Däniken uno de los ejemplos más obvios es cuando escribe: “Los gigantes inundan las páginas de muchos libros antiguos, por lo tanto deben existir”, lo que evidentemente es falso.
CARACTERÍSTICAS
En primer lugar, no debe extrañar que el monumento haya sido precisamente erigido en la llanura de Wilshire, pues, como hacen notar frecuentemente los geógrafos, esta región es la más elevada de las planicies del sur de Inglaterra que la rodean. Y fue en esta alta planicie en donde se levantaron los mayores campamentos prehistóricos. Por entonces las tierras bajas de Gran Bretaña eran del todo inhabitables, principalmente a causa de los espesos bosques de robles que las cubrían. Por este motivo, los primitivos agricultores buscaban para el cultivo los altos collados de tierras arcillosas y calcáreas, en donde el blando suelo de escaso grosor podía fácilmente ser trabajado, parcelando el terreno en pequeños prados para cultivar el trigo y otros granos.
(Stonehenge: el cruce de dos importantes líneas ley)
Este tipo de monumento tiene alineamientos de construcciones y monumentos antiguos de acuerdo con las posiciones del Sol y la Luna. Existen numerosas afirmaciones sobre la naturaleza del monumento megalítico de Stonehenge como representante de un «antiguo observatorio». Éste y muchos otros monumentos antiguos poseen alineamientos que parecen significativos en los puntos del solsticio y equinoccio.
En los años sesenta, Alexander Thom realizó un exhaustivo catálogo de monumentos megalíticos en Gran Bretaña. Como resultado de sus investigaciones sugirió que dichos monumentos constituían una indicación para la elaboración de un antiguo calendario